supervivientes

»Superviviente es la otra víctima, no los que mueren, los suicidas, sino todas las personas a las cuales afecta por siempre jamás la iniciativa del suicida.»

Juan Carlos Pérez Jiménez
“La mirada del suicida”

Supervivente es cualquier persona que se ve afectada de forma negativa y significativa por la muerte por suicidio de una persona.

Esta definición identifica un superviviente por el grado de impacto con la persona, no por su relación con el fallecido. Es decir, cualquier persona que se vea afectada, de forma negativa y significativa, por la muerte por suicidio de esa persona, puede ser considerado como superviviente. El término “supervivientes” se refiere a quienes quedan después de un suicidio, según la OMS (OMS, 2000).

Existe un vínculo singular entre los supervivientes que han vivido una muerte por suicido. Aunque cada situación es única, experimentamos estadios similares en nuestro duelo. Cuando conocemos a alguien que también “ha estado allí”, hace que nuestro caos personal y emociones secretas y aisladas nos parezcan un poco menos aterradoras.

Los grupos para personas que han sufrido el suicidio de un familiar se iniciaron en los años 70 en los Estados Unidos y desde entonces se han establecido en varios centros alrededor del mundo. Los grupos de apoyo a supervivientes son un reconocimiento como un medio para satisfacer las necesidades de apoyo de estos supervivientes en su duelo (OMS, 2000).

La pérdida por suicidio nos puede hacer plantear buscar el apoyo y la comprensión que necesitamos, y puede estar de fuera de la familia o de los las amistades. Los supervivientes tenemos derechos, consúltalos.

Derechos de los supervivientes

  1. a llorar cuando lo necesite y el tiempo que sea necesario.
  2. a saber la verdad acerca del suicidio, a ver el cuerpo del difunto, y a organizar el funeral con respeto a las propias ideas y rituales.
  3. a considerar el suicidio como el resultado de varias causas interrelacionadas que producen un dolor insoportable para la persona fallecida por suicidio: el suicidio no es una elección libre.
  4. a vivir en su totalidad, conviviendo con la alegría y la tristeza, libre de cualquier estigma o juicio.
  5. a tener una vida privada respetada y el respeto hacia la vida la de la persona fallecida.
  6. a encontrar el apoyo en familiares, amigos y profesionales de la salud que tengan conocimiento y comprensión sobre el proceso del duelo.
  7. a ponerse en contacto con el medico o el cuidador que atendió a la persona fallecida.
  8. a no ser considerado como un candidato al suicidio o como un paciente.
  9. a ofrecer la propia experiencia de supervivente al servicio de otros supervivientes y cualquiera que desee comprender mejor el suicidio y el duelo por suicidio.
  10. a no ser como antes: hay una vida antes del suicidio y una vida después.

Fuente: “Werkgroep Verder” – the Flemish region of Belgium’s Suicide Support Organisation.